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Diatomeas y protolíquenes fósiles en un medio rico en jarosita en arenisca de Mount Fleming (Dry Valleys, Antártida)

Ascaso, C.* y Wierzchos, J.**

*Departamento de Ecología de Sistemas. Instituto de Recursos Naturales (CCMA), CSIC, Serrano 115 bis. Madrid 28006. ascaso@ccma.csic.es. **Servei de Microscopía Electrónica, Universidad de Lleida. Rovira Roure 44, Lleida. 25198

De acuerdo con Conrad y Nealson (2001) únicamente cuando podamos reconocer todas las formas de vida en ambientes terrestres, estaremos preparados para ir más allá de los confines de nuestro planeta en busca de seres vivientes. La existencia de microbiota en un determinado sustrato inerte puede reconocerse por la existencia de células vivas o momificadas y por la existencia de moléculas orgánicas necesarias para la vida, pero también por la presencia de células que una vez estuvieron vivas pero que actualmente se pueden presentar totalmente mineralizadas.

En el último tercio del Siglo XX, los signos macroscópicos de exfoliación en areniscas antárticas, indicaban la actividad de microbiota endolítica. En el comienzo del siglo XXI, se dispone ya de las herramientas apropiadas para explorar la presencia de microorganismos fosilizados preservados gracias a la mineralización e incluso se puede lograr la identificación de sus estructuras internas.

En el presente trabajo se trata de continuar la investigación de la microbiota fósil en las areniscas de Mount Fleming (77º 33´ S, 160º 06´ E, 2200 metros de altitud), para avanzar en el conocimiento de los mecanismos de fosilización.

Las estrategias de investigación están basadas en el uso de métodos preparativos especiales de las muestras fosilizadas y en la utilización como instrumento de observación del microscopio electrónico de barrido trabajando en modo de electrones retrodispersados (SEM-BSE) y como herramienta para el análisis elemental, la energía dispersita de rayos X (EDS).

Los resultados obtenidos en la observación de los poros de la arenisca fosilizadas muestran dos tipos de estructuras biológicas mineralizadas. Algunos poros presentan algas y hongos mineralizados que pertenecieron con toda probabilidad a un protoliquen, mezclados con diatomeas y otros presentan una especie de sáculos que engloban las diatomeas. En el primer caso la jarosita rellena el resto del poro. En el caso de poros rellenos de sáculos de diatomeas, son los propios sacos los que parecen estar perfilados por una ancha capa de jarosita. En este caso el resto del poro esta relleno con yeso.

Las sales que han podido introducirse en los poros han causado la mineralización de los microorganismos endolíticos autóctonos como algas y hongos pertenecientes al protoliquen, mientras las diatomeas han podido ser introducidas en los poros a través de los sáculos de jarosita que las engloban. Se cree que la jarosita se forma en un ambiente húmedo, oxidante y ácido, sin embargo la persistencia de este mineral indica un ambiente árido porque en un clima húmedo se descompone hasta forma oxihidróxidos. La presencia de jarosita en Marte y su presencia en las rocas aquí estudiadas, indica que podrían existir similitudes entre los mecanismos de fosilización en ambas regiones, en el caso de que en Marte hubiera habido vida en el pasado.

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