Mesa Redonda: Avances en Microbiología Industrial

 

 

Enzimas hipertermofílicas de aplicación industrial

 

Trinidad de Miguel y Tomás G. Villa

 

Dpto. Microbioloxía e Parasitoloxía. Fac. de Farmacia. Univ. Santiago de Compostela

 

En 1967, Thomas D. Brock, de la Universidad de Wisconsin, informó por primera vez de la presencia de microorganismos con temperaturas óptimas de crecimiento por encima de 75oC en los géiseres del Parque Nacional de Yellowstone. Desde entonces, el trabajo de diferentes grupos de investigación ha llevado al descubrimiento de más de 20 géneros capaces de crecer por encima de los 80oC. Estos organismos se conocen actualmente como Hipertermófilos.

En un principio, la gran dificultad para obtener cultivos puros de estos microorganismos, junto con su tedioso cultivo a gran escala, limitaron el estudio de sus enzimas. Sin embargo a finales de los años 80 se purificaron las primeras enzimas hipertermófilicas, las cuales resultaron ser extremadamente estables a altas temperaturas y presentar escasa o nula actividad a temperaturas por debajo de las condiciones de crecimiento de los organismos a partir de los cuales habían sido obtenidas.

El inesperado descubrimiento de que estas enzimas pueden ser clonadas y expresadas en hospedadores mesofílicos sin perder su conformación activa y termoestabilidad fue una solución al inicial problema de producción, y la disponibilidad de cada vez mayor número de enzimas termoestables abre nuevas posibilidades para los procesos industriales. Estas enzimas han encontrado aplicaciones industriales debido a su inherente estabilidad, en la industria del almidón, en la síntesis de aminoácidos, petróleo, productos químicos y en la industria papelera, entre otras. Además, el descubrimiento de enzimas hipertermofílicas de aplicación en los procesos de manipulación de DNA, ha supuesto un cambio revolucionario en el campo de la Biotecnología y la Biología molecular.