Mesa Redonda: Virus de interés sanitario

 

 

Hepatitis A: la variabilidad de un virus invariable

 

Pintó, R.M., Aragonès, L., Costafreda, M.I., Sánchez, G. y Bosch A.

 

Grupo de Virus Entéricos, Departamento de Microbiología, Facultad de Biología, Universidad de Barcelona. Diagonal, 645, 08028 Barcelona. E-mail: rpinto@ub.edu

 

El virus de la hepatitis A (HAV) pertenece al género Hepatovirus dentro de la familia Picornaviridae, y a diferencia de muchos de los miembros de dicha familia su variabilidad antigénica es prácticamente nula, con la existencia de un único serotipo. Ello ha llevado a la generalización de considerar al HAV como un virus invariable. Como virus RNA, el HAV posee una RNA polimerasa RNA dependiente carente de capacidad correctora, y ello incide en la generación de un espectro de mutantes o quasiespecie durante la replicación del RNA vírico. Sin embargo, lo que sí es cierto es que la mayoría de mutaciones detectadas, a nivel de la región codificante para las proteínas estructurales de la cápside, son mutaciones sinónimas, con una frecuencia similar a la de otros picornavirus, mientras que las mutaciones no-sinónimas se detectan en un orden de magnitud inferior. ¿Cuáles son los motivos que hacen que el HAV soporte peor que otros virus relacionados las sustituciones aminoacídicas en su cápside?

A priori los codones sinónimos para un aminoácido deberían presentar frecuencias similares en el genoma del virus. Sin embargo existe un fuerte bias en el uso de codones en el genoma del HAV, con codones abundantes y codones raros para la práctica totalidad de aminoácidos. Se ha propuesto que los codones raros se usan poco porque su tRNA homólogo es poco abundante dentro del pool de tRNAs. La función del uso de codones raros sería la de enlentecer la traducción proteica debido a que es probabilísticamente más difícil el apareamiento del codón raro con su anticodón-tRNA homólogo. De hecho, en el genoma estructural del HAV los codones raros están estratégicamente situados en los extremos carboxi-terminales de los elementos estructurados de la proteína, modulando la velocidad de traducción y permitiendo un correcto plegamiento proteico. Si tenemos en cuenta que el 60% de los codones raros del genoma estructural del HAV codifican para aminoácidos que se hallan situados en la superficie de la cápside y que pocas mutaciones no-sinónimas dan lugar a la sustitución de un aminoácido por otro aminoácido tolerable y codificado por un codon del mismo nivel de rareza, podemos hipotetizar que el bias en el uso de codones contribuye a la poca variabilidad fenotípica de la cápside del HAV. El HAV presenta fuertes constricciones estructurales en su cápside, y cuando hablamos de sustituciones aminoacídicas tolerables implícitamente incluimos el efecto de la selección sobre la variabilidad del HAV. Un ejemplo de esto lo encontramos en la selección negativa que el propio ciclo biológico del virus puede ejercer sobre la variabilidad de la cápside como puede ser la selección de cápsides que escapen a la interacción con los eritrocitos para evitar la eliminación del virus presente en sangre y la inviabilidad de variantes de unión.

.