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1Colección Española de Cultivos Tipo (CECT) 2Departamento de Microbiología y Ecología 3Instituto Cavanilles de Biodiversidad y Biología Evolutiva. Universitat de València. Campus de Burjassot. 46100 València, Spain. Tel: +34 96 3544612. Fax: +34 96 3543187. e-mail: arahal@uv.es
En los últimos años el grupo de las alfaproteobacterias ha experimentado una expansión muy considerable en cuanto al número de taxones que alberga, habiendo superado ya el centenar de géneros. Un buen número de ellos, 33 en la última actualización del Taxonomic outline for the Procaryotes (Garrity et al., 2004) forma un clado, en base a la secuencia del 16S rDNA, bajo el nombre de orden Rhodobacterales que comprende mayoritariamente especies de ambientes marinos o hipersalinos. Desde el punto de vista metabólico son bastante diversos y se piensa que desempeñan un papel importante en los ciclos del carbono, azufre y nitrógeno. Dentro del grupo, la capacidad fotosintética es un carácter minoritario y taxonómicamente disperso.
En el presente año han sido varias las aportaciones de nuestro equipo de investigación a la taxonomía de este grupo bacteriano: Macián et al. (2005a) recoge la descripción de un nuevo género y especie, Thalassobacter stenotrophicus, productor de bacterioclorofila a; Pujalte et al. (2005) describe también un nuevo género y especie, Nereida ignava, en este caso no pigmentado y muy próximo (en base al 16S rDNA) a un grupo de bacterias no cultivadas simbiontes de varias especies de algas rojas del género Prionitis; Macián et al. (2005b) contiene la descripción de una nueva especie, Jannaschia rubra, que forma colonias de color rojo que penetran en el agar. A estos trabajos habría que sumar otras dos publicaciones actualmente en prensa y una en proceso de revisión.
El estrecho seguimiento que hemos venido haciendo de las muchas novedades taxonómicas ocurridas en el orden Rhodobacterales nos ha permitido constatar una serie de problemas derivados de la confluencia de propuestas: acumulación de sinonimias, géneros polifiléticos (ej. Ruegeria-Roseobacter-Stappia), falta de comparación entre taxones próximos procedentes de estudios simultáneos independientes.
Otro problema grave es la falta de uniformidad en las descripciones, en algunos casos claramente insuficientes, e incluso la falta de acierto en la forma de abordar los estudios y la toma de conclusiones. Consideramos que todas estas cuestiones merecen un análisis y que se planteen soluciones como por ejemplo la creación de un Subcomité dentro del ICSP para este grupo bacteriano que elabore unos estándares mínimos para futuras propuestas.
Garrity GM et al. (2004) In Bergey’s Manual of Systematic Bacteriology, 2nd edn., release 5.0. DOI: 10.1007/ bergeysoutline200405
Macián MC et al. (2005a) Int J Syst Evol Microbiol 55:105-110
Macián MC et al. (2005b) Int J Syst Evol Microbiol 55, 649-653
Pujalte MJ et al. (2005) Int J Syst Evol Microbiol 55,631-636
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